Son las 7:58 del domingo... algo. He salido desde las 21:00 de ayer, y he seguido mi camino, no siempre el más correcto, no siempre el más comunitario... comunitario? siempre voy a mi aire...
...Siento, siento haber... siento ser yo.
He ido por la calle llorando. Afortunadamente era demasiado temprano para que nadie me viese, pero queda dentro de mi. Sólo lloro por ser yo, por no cambiar, porque estoy aquí, en Puto Real. Fuera es diferente, cada día es una aventura, aquí cada día es una carga, es... Joder, ¡cómo me odio!
No hay dolor en el mundo que no quisiese provocarme. Sólo sigo adelante, y a la gente como yo habría que destruirla por su puto bien. Joder, ojalá encontrase a alguien que tuviese la bondad de pisarme la cabeza, me ahorraría mucho sufrimiento.
Sufrimiento... llorando y riendo al mismo tiempo, maldiciéndome por ser como soy y riendo porque estoy por encima del dolor, porque sé que cuando vuelva a salir de aquí tendré la misma sensación: cada día será un nuevo día y sólo podré juzgarme por lo que haga durante él, y no por lo que hice o dejé de hacer, sólo mirando atrás hasta por la mañana.
Empezar la mañana queriendo hacer cosas por los demás, no sólo levantándome e intentando anestesiarme para olvidar, como hago aquí.
Por Dios, si me quieres mátame. Mátame... que yo no tengo cojones para hacerlo, porque sé que dentro de mi hay cosas buenas... que sólo se materializan en más dolor porque soy estúpido, porque no consigo hacer nada bien. Nada lo hago bien.
Lo siento, no sabes cuánto lo siento.
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