sábado, junio 03, 2006

Gilipolleces

Buenas tardes,

Estoy en el curro y hay poca faena. Arreglaré un par de cosillas aunque antes quiero escribir un poco, quiero liberarme de malos pensamientos.

En mi pueblo estamos en feria, así que en el hotel tengo que trabajar más si cabe. Esta semana no libré ni un día, y la siguiente tampoco lo haré (no por voluntad propia, se entiende), aunque viéndolo positivamente me será más fácil pillar los días para el Metalway.

A pesar de todo me estoy habituando a este trabajo, me encuentro menos perdido que antes... a pesar de haber mil cosas que no sé dónde se encuentran. Todo aquí son A-Zs llenos de papeles sin orden de fecha ni nada, son un desbarajuste.

He empezado a hablar de la feria... y bien, anoche salí y la mitad del tiempo me ocupé en perderlo por la falta de comunicación. Otra vez la falta de comunicación. Como siempre. Quizá anoche fue la única noche que podré ir a la feria... y es que entre los turnos, los días sin librar y los madrugones se me hace inviable.

Otro tema es que estoy sólo en casa; mi padre llamó desde Granada por la mañana, y siempre le digo que me levanto temprano para hacer tareas domésticas... La mentira se me va a acabar ya que vuelve el lunes o el martes y no quiero que contemple el espectáculo que es la casa ahora... es como si el Irak actual fuese arrasado por un Tsunami y varios terremotos encadenados. Espero que vuelva el martes y me dé tiempo de recoger la casa, Satán así lo quiera.

No sé dónde he escuchado que el orden en la casa de uno es como el espejo del alma... y vamos, en este caso estoy deacuerdo, al menos intentaré que no se me mueran las flores.

Mierda, viene mi jefe.

Bueno, sigo a lo mío.

Bien, entonces la casa echa un desastre, el trabajo me ocupa mucho tiempo y me agota psicológicamente, no puedo disfrutar la feria ni de mis amigos, estoy solo la mayor parte del tiempo y me guardo para mí todo lo que se me está pasando por la cabeza, ya que cuando digo algo me dan toques de atención.

Uno de esos toques de atención me los dio una persona que nunca dudaré que me quiere, y me dijo que a mí lo que me jodía era la responsabilidad. ¿Que me jode? Nooooo... sólo me aterra. Joder, si en mi casa no hago nunca café porque siempre que lo hago me llaman la atención si está demasiado fuerte, así que nunca lo hago por miedo a hacerlo mal. Sí, algo tan simple como hacer café en casa de mi padre ya es un mundo para mí.

Que me aterre cualquier tipo de responsabilidad me limita muchísimo en la vida. No me permito tener novia y he tenido varias posibilidades para ello. A la chica de turno intentaré buscarle un fallo para así poder autoconvencerme de que no es para mí... y si es perfecta (que sí, que las hay) me diré a mí mismo que es demasiado buena para mí, que será más feliz junto a otra persona.

Supongo que evito la responsabilidad porque me tomo todo muy a pecho, y a solas me echo en cara muchas cosas que he hecho mal... y por muchos años que pasen siguen ahí. Vamos, soy un saco de mierda que sigue llenándose sin fugas, y la única forma de que no rebose es pisar encima con fuerza a base de colegas, de variedad, de vicio para evadirme, viajando por ahí... y sobre todo viajando con colegas. Ufffff, el curro me limita enormemente en este aspecto.

En una conversación casual con un compañero de trabajo le dije que no creía en nada. Se sorprendió y me preguntó que por qué vivía entonces. Me quedé callado y al rato respondí que por mi familia. ¿Por tu familia?... No entendió nada. Yo sí, aunque rapidamente añadí por-seguir-buscando-la-felicidad. Vaya basura, la de veces que me he encontrado con la felicidad y le he dado la espalda. Si por mí fuera acababa ahora mismo toda la pantomima que es mi puta vida.

Y sí, sé que la vida va cambiando constantemente, hay días sorprendentes y poco a poco se van consiguiendo metas, pero es que estoy harto ya de pamplinas, harto de la gente, harto de mi mismo... y esto último es lo peor.

Necesito un psiquiatra o hartarme de follar.