miércoles, abril 12, 2006

12 de abril

12 de abril, aniversario del peor momento de mi vida. Me han pasado cosas chungas pero esa se lleva la palma.

No soy el mismo de antes, sinceramente me encuentro mucho más desequilibrado. Tengo la sensación de estar vendiendo mi juventud por dinero, y que aún así no se me agradece... y bueno, no me siento satisfecho de mi trabajo ni mis responsables del mismo. Si me largase del curro defraudaría a más de uno, así que tengo que buscar el momento adecuado, aquel en el que mi marcha no sea problemática, en la que puedan encontrar reemplazo, en la que... mmm... me siento atado a ellos, y no son a los únicos a los que me siento atado. Los primeros son mi hermanito y mi padre, ellos merecen tema aparte.

Anoche tras tener una movida en el curro (de las gordas) me fui al parque con Víctor y el Voltio a acabarnos la tarta que me habían regalado por mi cumpleaños; la hicieron para mí, y compraron además vino del bueno... un detallazo. Entre pamplinas y tal acabé llegando a casa a las 3:30 o así... cuando llegué me encontré una tarta que no toqué. A la mañana siguiente le conté a mi padre la movida del trabajo y luego me dijo que me estuvo esperando para cortar la tarta que había hecho para mi cumple. Demasiadas muestras de cariño para alguien que es sólo un estorbo, que no les ayuda en nada, que... que no habla porque el único tema de conversación que tiene es el trabajo, que... que no sabe qué contarles porque es un muerto viviente.

Tengo un nudo en la garganta pero no pienso desahogarme llorando aquí, en el trabajo. Lo verían impropio como lo que pasó ayer.

Me estoy metiendo en un callejón sin salida. Esto se tiene que acabar, esta mañana me levanté y pude volver a recordar los sueños de la noche desde hacía mucho tiempo. Creyendo que era buena señal me fui al cuarto de baño y escupí esperanzado, pero no, allí estaba la sangre otra vez.

No sé qué hacer. Huír no es la solución. No quiero dejar solos otra vez a mi padre y a mi hermano, el trabajo también me ata... aunque no tanto como con mi familia. Y es que la única solución que veo es dejarlo todo e irme a otro país a trabajar. Valerme por mí mismo, como antaño. Valorarme.

domingo, abril 02, 2006

Stress

Trabajar en un hotel de nueva apertura es como trabajar montando una caseta de feria... solo que sin el barril de cerveza pinchado.

Vamos, una jodienda.