lunes, octubre 03, 2005

Huir sin moverme del sitio

Hoy he quedado en llamar al Voltio para salir. Lo llamaré y le diré que no salgo.

Hace que no lo veo... buffffffffff... ya no sé cuántos días, y tenemos mucho de lo que hablar, tengo mucho que preguntarle, pero no me encuentro bien... He estado a pique de salir de aquí y abandonar mi puesto de trabajo así por las buenas, cogí la mochila y me la puse, como el que ha acabado su turno, pero al salir a la calle me volví. Mierda, me queda LA MITAD de la jornada... no sé cómo lo voy a aguantar, no tengo el coco siquiera para jugar a los cientos de juegos que he ido bajando poco a poco en el ordenador del curro.

Estoy quemao y me siento completamente ahogado. Ojalá pudiese golpearme una y otra vez la cabeza contra la pared hasta dejar de respirar... pero no sería un bonito espectáculo para el que me encontrara.

No voy a salir, no quiero preocupar a Paco. Ni a Paco ni a nadie.

Mierda, estoy atrapado aquí, igual que mañana, pasado, el otro... Dios, ¡cómo necesito ser dueño de mí mismo y de mi tiempo!