domingo, julio 31, 2005

Ni pie con bola

Estoy en el trabajo, venir aquí se hace cada día más insoportable, el tiempo pasa muy, muy lento, y me entretengo perdiéndolo a manos llenas.

Llevo ya gran parte del mes sin hacer nada, la carga de trabajo es irrisoria, lo que se traduce en apatía y me hace negligente e ineficaz... y no sólo aquí, sino en mi vida cotidiana. No sé qué me pasa pero estoy demasiado ligado al trabajo, quizás tras tres años de forma continuada todo esto se ha convertido en parte de mí, y si el negocio va mal me jode tela, porque empiezo a divagar sobre mi parte de culpa, que no llego a definir (ni llegaré nunca).

Despedí al Vito ayer por la mañana, dentro de dos horas, si todo va bien, estará en Egipto donde pasará un mes. El Voltio está en Málaga, aún no sé si vendrá al trofeo Carranza... he de llamarle, a ver qué se cuenta. Le echo de menos, es un gran chaval.

En cuanto llegue mi relevo no le dará tiempo ni a saludar, saldré corriendo al bar, no lo visito desde el jueves... y es que en fin de semana había dos conciertos gratuitos en el paseo marítimo y no me gusta frecuentar el bar cuando está petao de gente... es cuando más niñas hay, pero qué cojón, estoy apático hasta para eso...

Ay... qué ganas tengo de escapar de todo ésto.